miércoles, 5 de julio de 2017

Roland Barthes (1915-1980)



Roland Barthes.-(Cherbourg, 1915 - París, 1980) Crítico, ensayista y semiólogo francés. Fue uno de los principales representantes de la nueva crítica o crítica estructuralista. Estudió en el liceo Louis-le-Grand, se licenció en la Sorbona, ejerció la actividad docente en el liceo de Biarritz, en el Liceo Voltaire y más tarde en el Collège de France. Trabajó como periodista literario en Combat, fundó la revista Théâtre Populaire y dirigió la Escuela Práctica de Altos Estudios. Influido por la obra de L. Bloomfield y F. de Saussure, a principios de los años setenta se propuso, junto a J. Kristeva, Ph. Sollers, J. Derrida y J. Lacan, fundar una nueva ciencia, la semiología, para estudiar la naturaleza, producción e interpretación de los signos sociales a través del análisis de textos.

Sus últimas obras son La cámara lúcida (La chambre claire, 1980) y, publicada póstumamente, Lo obvio y lo obtuso (L'obvie et l'obtus, 1982).


 Sobre La cámara lúcida.-Magda Díaz Morales.

«¿No estamos enamorados de ciertas fotos?», Roland Barthes

Cuando muere un ser querido, su imagen en fotografía es una presencia en la ausencia. Las páginas de La cámara lúcida del semiólogo francés, están plagadas de nostalgia del amor materno. El libro es un homenaje del autor hacia su madre, fallecida poco antes. Barthes, apunta que cuando sacamos una fotografía lo que fotografiamos se atrapa, se apresa. Cuando vemos nuevamente esta fotografía la imagen que vemos no está en presente, ha pasado el instante captado, es un recuerdo. Un recuerdo que para él, es igual a muerte. La fotografía está unida al amor y a la muerte:

La fotografía lleva siempre su referente consigo, estando marcados ambos por la misma inmovilidad amorosa fúnebre: están pegados el uno al otro, miembro a miembro, como el condenado encadenado a un cadáver en ciertos suplicios; o también como esas parejas de peces (los tiburones, creo) que navegan juntos, como unidos por un coito eterno.

Agrega, que «sea lo que sea lo que ella ofrezca a la vista y sea cual sea la manera empleada, una foto es siempre invisible: no es a ella a quien vemos porque el referente (lo que ella representa) se adhiere. Y esta adherencia hace que exista mucha dificultad en enfocar el tema de la fotografia». Para investigar sobre ello, que le provoca mucho interés, toma como punto de partida algunas fotos, «aquellas, dice, de las que estaba seguro que existían para mi"». En las fotografías distingue dos temas: El studium y el punctum.

El studium, aclara, no quiere decir «el estudio» sino la aplicación a una cosa, el gusto por alguien. Por medio del studium me intereso por muchas fotografías, es como culturalmente participo de los rostros, los aspectos, los gestos, de las acciones. El punctum, observa, sale a escena como una flecha y punza. Son los puntos sensibles, es un pinchazo:

Punctum es también pinchazo, agujerito, pequeña mancha, pequeño corte, y también casualidad. El punctum de una foto es ese azar que en ella me despunta (pero que también me lastima, me punza).


____________




En su famoso ensayo La cámara lúcida, Roland Barthes apuntaba que toda fotografía encierra una fatalidad —«repite de manera mecánica lo que nunca más podrá repetirse existencialmente»— y un impulso casi religioso: «La fotografía tiene algo de resurrección». Barthes llegó aún más lejos al afirmar que la fotografía es la manera en la que nuestro tiempo asume la muerte.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario