
Avedon nació en la ciudad de Nueva York en una familia judía. Era el único hijo de Jacob Israel Avedon, un inmigrante nacido en Rusia que tenía una tienda de ropa en Quinta Avenida,2 Su madre era Anna, que pertenecía a una familia propietaria de una empresa de manufactura textil. Él acudió al colegio DeWitt Clinton en el Bronx, donde calaboró en el periódico escolar The Magpie con el escritor James Baldwin desde 1937 a 1940.3 Después de asistir durante un tiempo en la Universidad de Columbia, comenzó su carrera como fotógrafo, trabajando para la Marina Mercante en 1942, tomando fotografías de identificación de los miembros de las tripulaciones. Estas fotografías las realizó con una cámara Rolleiflex que le había dado su padre como regalo de despedida. De 1944 a 1950, estudió con Alexey Brodovitch en su laboratorio en la New School for Social Research.
Connotado fotógrafo de modas y gran retratista, comenzó su carrera profesional en los años 1950 realizando espléndidos trabajos de moda para la revista Harper's Bazaar, donde acabó convirtiéndose en Jefe de Fotografía. Posteriormente, habría de colaborar igualmente con otras revistas como Vogue, Life y Look. Sin duda alguna, fue el gran fotógrafo de la moda durante los años 1960 y 70. En sus trabajos consiguió elevar la fotografía de moda al rango de lo artístico, al conseguir acabar con el mito de que los modelos debían proyectar indiferencia o sumisión. Por el contrario, en sus fotografías los modelos eran personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos y bajo esquemas compositivos previamente decididos.


En el año 1979 comenzó el que habría de convertirse en uno de sus trabajos más importantes. Por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth, Texas, Avedon dedicó cinco años a recorrer el oeste de los Estados Unidos para documentar a las personas que nunca escribirían la historia de su país. En esta obra, titulada In the american west, nos presenta a granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, amas de casa, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas, etc. en fotografías de gran formato tomadas con luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco. Nada hay en ellos del sueño americano o de la tierra prometida, pero son retratos de individuos que han sido observados y artísticamente elevados por la cámara de Avedon mediante una composición sobria, logrando así una considerable fuerza expresiva.

Además del gran formato utilizado para sus fotografías de moda o retratos, desarrolló una obra en paralelo, utilizando el paso universal, que refleja sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.
Algo muy profundo subyace a lo largo de toda la obra de Avedon y, sin embargo, no siempre se ha acertado a concretar en los trabajos realizados en torno a su figura. Es una preocupación sincera, pero a veces elegantemente obsesiva. El tiempo, la vejez y sus tensiones, resulta ser el motivo fundamental en la obra de Avedon. Vemos en su arte cómo nos habla directamente del paso del tiempo y su influencia en el ser humano, y, cómo no, del camino hacia la muerte. Son esos retratos descontextualizados que aparecen ante la cámara sin maquillaje, fatigados o tristes, tal y como se encontraban en ese momento, los que claramente denotan esta inquietud. El final de su libro Portraits (1976), por ejemplo, culmina de forma tremenda pero magistralmente tratada con una serie de siete fotografías de su padre envejeciendo gradualmente hasta que parece haberse integrado en la luz que le rodea.

En el año 1991 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad
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I don't really remember the day when I stood behind my camera with Henry Kissinger on the other side. I am sure he doesn't remember it either. But this photograph is here now to prove that no amount of kindness on my part could make this photograph mean exactly what he.. or even I.. wanted it to mean. It's a reminder of the wonder and terror that is a photograph.
A photographic portrait is a picture of someone who knows he's being photographed, and what he does with this knowledge is as much a part of the photograph as what he's wearing or how he looks. He's implicated in what's happening, and he has a certain real power over the result.
Lauren Hutton 1968
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