miércoles, 5 de julio de 2017
Julio Cortázar sobre la fotografía.
«La novela y el cuento se dejan comparar analógicamente con el cine y la fotografía, en la medida en que una película es en principio un “orden abierto”, novelesco, mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida limitación previa, impuesta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa limitación. No sé si ustedes han oído hablar de su arte a un fotógrafo profesional; a mí siempre me ha sorprendido el que se exprese tal como podría hacerlo un cuentista en muchos aspectos. Fotógrafos de la calidad de un Cartier-Bresson o de un Brasai definen su arte como una aparente paradoja: la de recortar un fragmento de la realidad, fijándole determinados límites, pero de manera tal que ese recorte actúe como una explosión que abre de par en par una realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que trasciende espiritualmente el campo abarcado por la cámara.
Mientras en el cine, como en la novela, la captación de esa realidad más amplia y multiforme se logra mediante el desarrollo de elementos parciales, acumulativos, que no excluyen, por supuesto, una síntesis que dé el “clímax” de la obra, en una fotografía o en un cuento de gran calidad se procede inversamente, es decir que el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sean significativos, que no solamente valgan por sí mismos, sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucha más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o en el cuento. Un escritor argentino, muy amigo del boxeo, me decía que en ese combate que se entabla entre un texto apasionante y su lector, la novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out.»
Etiquetas:
Fotografía,
Julio Cotázar
Terry Cryer: «Sonny Stitt and Count Basie (actually Coleman Hawkins)»
Dominique Bollinger: «Scicli #2»
Roland Barthes (1915-1980)
Roland Barthes.-(Cherbourg, 1915 - París, 1980) Crítico, ensayista y semiólogo francés. Fue uno de los principales representantes de la nueva crítica o crítica estructuralista. Estudió en el liceo Louis-le-Grand, se licenció en la Sorbona, ejerció la actividad docente en el liceo de Biarritz, en el Liceo Voltaire y más tarde en el Collège de France. Trabajó como periodista literario en Combat, fundó la revista Théâtre Populaire y dirigió la Escuela Práctica de Altos Estudios. Influido por la obra de L. Bloomfield y F. de Saussure, a principios de los años setenta se propuso, junto a J. Kristeva, Ph. Sollers, J. Derrida y J. Lacan, fundar una nueva ciencia, la semiología, para estudiar la naturaleza, producción e interpretación de los signos sociales a través del análisis de textos.
Sus últimas obras son La cámara lúcida (La chambre claire, 1980) y, publicada póstumamente, Lo obvio y lo obtuso (L'obvie et l'obtus, 1982).
Sobre La cámara lúcida.-Magda Díaz Morales.
«¿No estamos enamorados de ciertas fotos?», Roland Barthes
Cuando muere un ser querido, su imagen en fotografía es una presencia en la ausencia. Las páginas de La cámara lúcida del semiólogo francés, están plagadas de nostalgia del amor materno. El libro es un homenaje del autor hacia su madre, fallecida poco antes. Barthes, apunta que cuando sacamos una fotografía lo que fotografiamos se atrapa, se apresa. Cuando vemos nuevamente esta fotografía la imagen que vemos no está en presente, ha pasado el instante captado, es un recuerdo. Un recuerdo que para él, es igual a muerte. La fotografía está unida al amor y a la muerte:
La fotografía lleva siempre su referente consigo, estando marcados ambos por la misma inmovilidad amorosa fúnebre: están pegados el uno al otro, miembro a miembro, como el condenado encadenado a un cadáver en ciertos suplicios; o también como esas parejas de peces (los tiburones, creo) que navegan juntos, como unidos por un coito eterno.
Agrega, que «sea lo que sea lo que ella ofrezca a la vista y sea cual sea la manera empleada, una foto es siempre invisible: no es a ella a quien vemos porque el referente (lo que ella representa) se adhiere. Y esta adherencia hace que exista mucha dificultad en enfocar el tema de la fotografia». Para investigar sobre ello, que le provoca mucho interés, toma como punto de partida algunas fotos, «aquellas, dice, de las que estaba seguro que existían para mi"». En las fotografías distingue dos temas: El studium y el punctum.
El studium, aclara, no quiere decir «el estudio» sino la aplicación a una cosa, el gusto por alguien. Por medio del studium me intereso por muchas fotografías, es como culturalmente participo de los rostros, los aspectos, los gestos, de las acciones. El punctum, observa, sale a escena como una flecha y punza. Son los puntos sensibles, es un pinchazo:
Punctum es también pinchazo, agujerito, pequeña mancha, pequeño corte, y también casualidad. El punctum de una foto es ese azar que en ella me despunta (pero que también me lastima, me punza).
____________
En su famoso ensayo La cámara lúcida, Roland Barthes apuntaba que toda fotografía encierra una fatalidad —«repite de manera mecánica lo que nunca más podrá repetirse existencialmente»— y un impulso casi religioso: «La fotografía tiene algo de resurrección». Barthes llegó aún más lejos al afirmar que la fotografía es la manera en la que nuestro tiempo asume la muerte.
Etiquetas:
Ensayo,
Fotografía
martes, 4 de julio de 2017
José Ortiz Echagüe (1886-1980)
José Ortiz Echagüe.- (Guadalajara, 2 de agosto de 1886 – Madrid, 7 de septiembre de 1980) fue un ingeniero militar, piloto y fotógrafo español. Su hermano, Antonio Ortiz Echagüe, fue un importante pintor de comienzos del siglo XX. Fue también Gentilhombre de cámara con ejercicio del Rey Alfonso XIII.
En el campo de la fotografía artística es quizá el fotógrafo más popular y uno de los más reconocidos internacionalmente. En 1935 la revista American Photography lo consideró uno de los tres mejores fotógrafos del mundo.1 Algunos críticos lo consideran el mejor fotógrafo español hasta el momento, lo cual es más meritorio porque la fotografía fue una afición a la que dedicaba ratos libres, especialmente los fines de semana y durante sus viajes. Desde el punto de vista artístico y por su formación y temática se le podría considerar el representante de la generación del 98 en la fotografía. Se le suele encuadrar dentro de la corriente fotográfica del pictorialismo, siendo el mejor representante del llamado pictorialismo fotográfico español, aunque esta denominación no le gustaba a Ortiz Echagüe. Su obra fotográfica se enfoca hacia la plasmación de los caracteres más definitorios de un pueblo: sus costumbres y atuendos tradicionales y sus lugares. Consigue expresar con sus fotografías una expresión personal más cercana a la pintura, casi siempre mediante efectos durante el positivado.
________________________________________________________________________________
El norte de África visto por José Ortiz Echagüe.
Por primera vez, una exposición presenta esta serie de imágenes tomadas entre 1909 y 1915, una evidencia de la riqueza y la variedad de estilos de la época de juventud del fotógrafo. Norte de África. Ortiz Echagüe reúne 78 imágenes pertenecientes a la colección del Museo Universidad de Navarra, además de una selección de fotografías inéditas procedentes del Archivo General Militar de Madrid y material documental diverso. Se trata de la continuación de la línea de colaboración entre el Museu Nacional d'Art de Catalunya y dicha universidad para la investigación y la difusión del patrimonio fotográfico. Ortiz Echagüe es una de las figuras más relevantes de la fotografía del siglo XX en España. Su trabajo comparte muchos rasgos con la llamada fotografía pictorialista, pues la mayor parte de sus obras las realizó en técnicas pigmentarias, fundamentalmente el carbón directo, y siempre cuidó las composiciones y el tratamiento formal de sus imágenes. Al mismo tiempo, entendía su obra con un propósito documental, y se puede considerar una peculiar versión de la «antropología pictorialista».
Por primera vez, una exposición presenta esta serie de imágenes tomadas entre 1909 y 1915, una evidencia de la riqueza y la variedad de estilos de la época de juventud del fotógrafo. Norte de África. Ortiz Echagüe reúne 78 imágenes pertenecientes a la colección del Museo Universidad de Navarra, además de una selección de fotografías inéditas procedentes del Archivo General Militar de Madrid y material documental diverso. Se trata de la continuación de la línea de colaboración entre el Museu Nacional d'Art de Catalunya y dicha universidad para la investigación y la difusión del patrimonio fotográfico. Ortiz Echagüe es una de las figuras más relevantes de la fotografía del siglo XX en España. Su trabajo comparte muchos rasgos con la llamada fotografía pictorialista, pues la mayor parte de sus obras las realizó en técnicas pigmentarias, fundamentalmente el carbón directo, y siempre cuidó las composiciones y el tratamiento formal de sus imágenes. Al mismo tiempo, entendía su obra con un propósito documental, y se puede considerar una peculiar versión de la «antropología pictorialista».
Fez, 1910
Fuente mora, 1909
Rifeña, c. 1910
Desde el aire, 1909
Siroco en el Sahara, 1965
Moro del Rif 2, 1909
Aït Ben Haddou 1, 1965
Vendedor de babuchas, 1911
A Fez, 1910
Zoco a Had de Benibuifrur, 1910
Paisaje rifeño, 1910
Moro del Rif 3, 1910
__________
En la nota de El Cultural que se replica en la Revista Rancho Las Voces.
Podemos apoyar la idea de que el documento no necesariamente limita el concepto de arte.
Y es que el núcleo de la obra de Ortiz Echagüe está aquí. En unos pocos años de trabajos africanos, realizados entre 1909 y 1915, se hace patente la dicotomía entre el arte y el documental tan presente en su carrera; la experimentación -fotos rayadas o composiciones horizontales propias de Rodchenko- que muestran a un fotógrafo más ágil y dinámico que a lo que estamos acostumbrados, «menos solemne que su trabajo posterior», dice el comisario.
__________
Etiquetas:
American Photography,
España,
José Ortiz Echagüe
Nancy Warner: «Jenny sewing company»
Harry Crosby: «Farmer in Market»
Suscribirse a:
Entradas (Atom)