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jueves, 19 de julio de 2018
Kris Graves: «LOST»
Foto tomada del libro LOST de Kris Graves, él se ha dedicado a fotografiar su ciudad Long Island por más de una década.
Etiquetas:
Documental,
Libro
domingo, 15 de julio de 2018
«Art Can Help» Libro de Robert Adams
Walker at Pawnee National Grassland,
1996.
1996.
Una colección de ensayos escritos por el fotógrafo insiste en la necesidad de un arte que dé significado a la vida en una sociedad decepcionada
Lleva vagando más de cuatro décadas por el oeste americano. Ha fotografiado en blanco y negro sus vastas praderas, sus ríos y sus bosques, así como sus carreteras y poblaciones, dejando testimonio del deterioro de un paisaje cuya belleza se desvanece en manos de una sociedad consumista e industrializada. Robert Adams (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1937) persigue la belleza, en la que encuentra la confirmación del significado de la vida. "¿Quién podría pasar sin ella?", se pregunta.
GLORIA CRESPO MACLENNAN escribe para El País.
sábado, 14 de julio de 2018
Sebastian Jacobitz Photographs Book «Berlin After Dark»
The Kurfürstendamm is a long and broad avenue named after the former Kurfürsten (prince-electors) of Brandenburg. Now it’s known as the Ku’Damm, a street lined with with shops, hotels, sidewalk cafes and restaurants and filled with people looking for the latest clothing styles or newest smartphones.
«But when the sun leaves the scene, another characteristic is visible,» says Berlin-based street photographer (and PPD reader) Sebastian Jacobitz.
martes, 9 de enero de 2018
«Endangered» by Tim Flach, Jonathan Baillie and Sam Wells
«Endangered» by Tim Flach, Jonathan Baillie and Sam Wells
La reseña completa
sábado, 6 de enero de 2018
«Borne Back» Victoria Will
Philip Seymour Hoffman. (Victoria Will)
At Sundance Film Festival, photographer Victoria Will had just minutes with some of Hollywood’s most famous actors and directors — arguably, some of the most photographed people in the world — but she chose a process that at its core is imperfect: tintype.
Nota completa
«Annie Leibovitz. Portraits 2005-2016»
Su cámara ha captado a políticos, activistas, músicos y actores, además de objetos y paisajes que significan mucho para ella, imágenes con las que hace balance de una época. La fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz recopila en libro «Annie Leibovitz. Portraits 2005-2016» la historia de una década, conformando así la crónica de su obra reciente. Una entrega de Efe
Nota completa
jueves, 28 de diciembre de 2017
Cristina de Middel presenta su último fotolibro, una reflexión sobre la masculinidad en India
De la serie The Perfect Man. CRISTINA DE MIDDEL
22 de diciembre 2017
A los 16 años, Ashak Aswani decidió un buen día ir al cine en vez de ir a trabajar. Un gran cartel con un señor muy extraño atrajo su atención; era Charles Chaplin. Aquel día perdió su empleo, después de ver cinco veces seguidas La Quimera de oro, pero comenzó a dar forma a una visión: Chaplin podría ayudar a la población de India a tener sentido del humor. De esta suerte, creó un movimiento que casi cincuenta años más tarde se ha convertido en el mayor desfile de imitadores del célebre artista en el mundo y tiene lugar en Adipur. Gloria Crespo Maclennan escribe para el suplemento Babelia de El País.
«Es una historia un poco triste, de resignación. Con un zapato te haces una sopa», comenta Cristina de Middel (Alicante, 1975), quien tomó la anécdota como punto de partida para su último proyecto, que ve ahora la luz en forma de fotolibro, The Perfect Man. Editado por La Fábrica e Images Vevey, la obra es ante todo una reflexión sobre la masculinidad en India. La artista utilizó como referencia los diez primeros minutos de otra de las películas de Chaplin, Tiempos modernos, para estructurar una narrativa en la que se mezcla el color con el blanco y negro; imágenes de archivo, imágenes encontradas y las fotografías de la autora con dibujos y textos realizados también por la artista. Tan austero como irónico y mordaz, los distintos hilos narrativos del fotolibro confluyen ágilmente en este ensamblaje que sirve al mismo tiempo de reflexión sobre la alienación del trabajo, la figura del hombre dentro de la arcaica sociedad india y la marginación de la mujer. Interesada en revisitar los grandes temas del fotoperiodismo, consideró que las condiciones de trabajo en India era uno de ellos. «Vivimos en un tiempo alienando en el que estamos cada vez más dedicados a trabajar, y el poder que tiene uno en el trabajo muchas veces es nulo,» apunta la fotógrafa. «La revolución industrial terminó pero seguimos siendo parte de un engranaje que ni controlamos ni entendemos bien»
Lea la nota completa aquí
sábado, 10 de junio de 2017
Libro «Fotografía de colores» de Santiago Ramón y Cajal
Libro «Los salones de Madrid»
viernes, 9 de junio de 2017
Libro «Sputnik» de Joan Fontcuberta
Libro «Madrid»
Cubierta del libro Madrid, sobre la Guerra Civil, en el que se incluyen fotos de Robert Capa sobre la población civil
Lola Álvarez Bravo ( 1903-1993)
(Foto: Gustavo Silva. 1920)
Dolores Concepción Martínez Anda, más conocida como Lola Álvarez Bravo (Lagos de Moreno, Jalisco, 1 de abril de1903 - 1993) fue una fotógrafa mexicana. Fue una figura clave, junto con Tina Modotti, Frida Kahlo, Diego Rivera y su esposo Manuel Álvarez Bravo en el renacimiento artístico post-revolucionario en México.
Nació de padres ricos en el estado de Jalisco. Con su padre y su hermano se trasladó a Ciudad de México siendo una niña. En su adolescencia muere su padre y queda a cargo de su hermanastro, allí conoció a Manuel Álvarez Bravo, un vecino, con el que se casó en 1925. Se trasladan a Oaxaca donde Manuel era contador del gobierno federal, ambos hicieron fotografías juntos en Oaxaca instalando su primer cuarto obscuro en la cocina de su vivienda, con él aprendió el proceso de hacer fotografía.
Fue precisamente Manuel quien inculco en ella el amor por la fotografía, pero no fue fácil tomar ese camino, ya que como ella dice: «Yo le decía: déjame, y él: no, tú muévete; pero siquiera déjame revelar lo mío, le insistía yo, y él: no, tú muévete, muévete.»
Ya de regreso en la Ciudad de México en 1927 con su único hijo, experimentan con una Galería de Arte que acondicionan en su casa, tres años después instalan el Taller de Fotografía «Álvarez Bravo» en la calle de Ayuntamiento No. 96. Mas tarde con otros amigos forman un cineclub.
El matrimonio se separó en 1934, pero ella conservó su apellido de casada.
Inspirada por fotógrafos como Edward Weston, Tina Modotti, Henri Cartier Bresson y otros. Lola emprendió una carrera independiente que duró aprox. 50 años, fotografió una amplia variedad de temas, tomando imágenes documentales de la vida cotidiana en pueblos de México y las calles de las ciudades, retratos de grandes líderes, de escultura prehispánica y arquitectura, entre muchos otros.
También experimentó con fotomontaje desde 1935 y otras técnicas: fotomural y fotograma. Hizo también series de fotografías, quizá la más difundida es la que hace a Frida Kahlo en la Casa Azul en Coyoacan, en 1946. Con ella incursiona en su primer y único intento cinematográfico que no llegó a concluir. Lola como parte de sus actividades en el Instituto Nacional de Bellas Artes hace registro de obra de los pintores más destacados de la época, documenta eventos culturales de teatro, danza, música y otros, monta exposiciones a lo largo del país, llega a escribir un argumento para ballet La doncella Ixquic y el artículo Ideales identificados, por la plástica y hace una amplia gama de trabajos de manera independiente. Expone por primera vez en el Palacio de Bellas Artes y posteriormente a nivel internacional con mucho éxito. Una de sus últimas empresas fue instalar un Taller de Fotografía y la Galería de Arte Contemporáneo en la calle de Amberes en lo que hoy es la Zona Rosa en la Ciudad de México. En esta galería Lola organiza la primera y única exposición en vida, de la obra de Frida Kahlo.
También enseñó fotografía en la prestigiosa Academia de San Carlos en Ciudad de México. Algunos de sus discípulos son Mariana Yampolsky y Raúl Abarca.
Frida
Tríptico del martirio
Autorretrato
El ensueño
Frida
Mariana, s/f.
__________
Lola Álvarez Bravo (1903–1993) fue una de las fotógrafas mexicanas más prolíficas. Su carrera se extendió a lo largo de cincuenta años y en ella combinó la práctica comercial y la enseñanza junto con la exploración de sus intereses artísticos. Lola fue extraordinaria como mujer y como artista. Durante toda su vida mantuvo amistad con un nutrido grupo de intelectuales y formó parte de un dinámico círculo de artistas. Produjo un sinnúmero de obras por encargo para diversos organismos privados y de gobierno, además de tomar fotografías para satisfacer sus inquietudes estéticas.
Este libro, que a su vez conforma el catálogo de la exposición presentada en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo de la Ciudad de México, el Museum of Latin American Art de Long Beach, California y el Center for Creative Photography de Tucson, Arizona, incluye un centenar de fotografías que pertenecen al archivo González Rendón. Se trata de una selección que no sólo muestra la increíble variedad del material contenido en el archivo, sino también proporciona nuevas perspectivas para conocer los métodos de trabajo utilizados por la artista. Las fotografías permiten un mayor acercamiento a la complejidad de su obra y revelan su interés por el surrealismo y el uso vanguardista del fotomontaje, así como su dominio en una variedad de géneros que van desde retratos de intelectuales famosos y amigos cercanos, hasta imágenes documentales de la pobreza urbana y rural de México.
Las imágenes se acompañan de ensayos escritos por las curadoras de la exposición Adriana Zavala y Rachael Arauz, el historiador de arte latinoamericano James Oles y los especialistas en fotografía Dina Comisarenco, Karen Cordero, Deborah Dorotinsky, Ana Garduño, Carolina González, Cecilia Olivares, Cristóbal Andrés Jácome, Johanna Spanke y Javier Vázquez.
Lola Álvarez Bravo y la fotografía de una época
Lola Álvarez Bravo
James Oles, Adriana Zavala, Rachel Arauz, Deborah Dorotinsky, Ana Garduño, Karen Cordero, Cecilia Olivares, Cristobal Andrés Jácome, Javier Vazquez et al.
Pasta rústica
128 páginas
100 fotografías
21 x 30 cm.
Diseño: Galera (José Luis Lugo)
Edición español
ISBN RM: 978-607-7515-87-6
ISBN RMV: 978-84-15118-38-1
Edición inglés
ISBN RM: 978-607-7515-88-3
ISBN RMV: 978-84-15118-37-4
Etiquetas:
Dave Bowman,
Diego Rivera,
Edward Weston,
Fotógrafo,
Frida Kahlo,
Henri Cartier Bresson,
Libro,
Lola Álvarez Bravo,
Manuel Álvarez Bravo,
Mariana Yampolsky,
Raúl Abarca,
Tina Modotti
lunes, 29 de mayo de 2017
Técnicas Creativas en Fotografía
Técnicas Creativas en Fotografía
I.S.B.N. 84-400-9845-6
Edición Española y traducción
Kodak S.A.,1976
Impreso en España
Astygi. Coslada-Madrid
sábado, 15 de marzo de 2014
Richard Avedon (1923-2004)
«I know that the accident of my being a photographer has made my life possible.»
Avedon nació en la ciudad de Nueva York en una familia judía. Era el único hijo de Jacob Israel Avedon, un inmigrante nacido en Rusia que tenía una tienda de ropa en Quinta Avenida,2 Su madre era Anna, que pertenecía a una familia propietaria de una empresa de manufactura textil. Él acudió al colegio DeWitt Clinton en el Bronx, donde calaboró en el periódico escolar The Magpie con el escritor James Baldwin desde 1937 a 1940.3 Después de asistir durante un tiempo en la Universidad de Columbia, comenzó su carrera como fotógrafo, trabajando para la Marina Mercante en 1942, tomando fotografías de identificación de los miembros de las tripulaciones. Estas fotografías las realizó con una cámara Rolleiflex que le había dado su padre como regalo de despedida. De 1944 a 1950, estudió con Alexey Brodovitch en su laboratorio en la New School for Social Research.
Connotado fotógrafo de modas y gran retratista, comenzó su carrera profesional en los años 1950 realizando espléndidos trabajos de moda para la revista Harper's Bazaar, donde acabó convirtiéndose en Jefe de Fotografía. Posteriormente, habría de colaborar igualmente con otras revistas como Vogue, Life y Look. Sin duda alguna, fue el gran fotógrafo de la moda durante los años 1960 y 70. En sus trabajos consiguió elevar la fotografía de moda al rango de lo artístico, al conseguir acabar con el mito de que los modelos debían proyectar indiferencia o sumisión. Por el contrario, en sus fotografías los modelos eran personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos y bajo esquemas compositivos previamente decididos.
En los años 1960, Avedon se reveló como un artista comprometido con las inquietudes sociales de su tiempo. Durante el año de 1963 fotografió el Movimiento por los Derechos Civiles en el sur de los Estados Unidos, colaborando en los siguientes años con James Baldwin en el libro Nothing personal. A finales de los 1960 y principios de los 1970, Avedon realizó reportajes sobre líderes militares y víctimas en la Guerra de Vietnam y manifestaciones anti-guerra en los Estados Unidos para el diario New York Times. En la Navidad de 1989-1990 viajó a Alemania para documentar una ciudad dividida en dos mundos diferentes la noche en que caía el Muro de Berlín.
Sus retratos, aparentemente sencillos pero profundamente psicológicos, de personalidades famosas y desconocidas posando frente a un inmaculado fondo blanco, muestran a un cuidadoso fotógrafo capaz de plasmar en papel fotográfico rasgos inesperados de los rostros de personajes de la envergadura de Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe, entre muchos otros. Su método era sencillo pero efectivo, la derrota anímica del contrario fotografiado a través de largas y cansadas sesiones de hasta cuatro horas. Así desnudo, el retratado e indefenso era capaz de mostrar su personalidad más sincera.
En el año 1979 comenzó el que habría de convertirse en uno de sus trabajos más importantes. Por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth, Texas, Avedon dedicó cinco años a recorrer el oeste de los Estados Unidos para documentar a las personas que nunca escribirían la historia de su país. En esta obra, titulada In the american west, nos presenta a granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, amas de casa, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas, etc. en fotografías de gran formato tomadas con luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco. Nada hay en ellos del sueño americano o de la tierra prometida, pero son retratos de individuos que han sido observados y artísticamente elevados por la cámara de Avedon mediante una composición sobria, logrando así una considerable fuerza expresiva.
Al término del proyecto, Avedon había recorrido un total de 189 poblaciones en 17 estados; había fotografiado a 752 personas utilizando alrededor de 17.000 placas de película. De ésta colección, escogió 123 retratos que conformarían la serie In the american west 1979 – 1984.
Además del gran formato utilizado para sus fotografías de moda o retratos, desarrolló una obra en paralelo, utilizando el paso universal, que refleja sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.
Algo muy profundo subyace a lo largo de toda la obra de Avedon y, sin embargo, no siempre se ha acertado a concretar en los trabajos realizados en torno a su figura. Es una preocupación sincera, pero a veces elegantemente obsesiva. El tiempo, la vejez y sus tensiones, resulta ser el motivo fundamental en la obra de Avedon. Vemos en su arte cómo nos habla directamente del paso del tiempo y su influencia en el ser humano, y, cómo no, del camino hacia la muerte. Son esos retratos descontextualizados que aparecen ante la cámara sin maquillaje, fatigados o tristes, tal y como se encontraban en ese momento, los que claramente denotan esta inquietud. El final de su libro Portraits (1976), por ejemplo, culmina de forma tremenda pero magistralmente tratada con una serie de siete fotografías de su padre envejeciendo gradualmente hasta que parece haberse integrado en la luz que le rodea.
El 25 de septiembre de 2004 Avedon sufrió una hemorragia cerebral en San Antonio, Texas, mientras se encontraba en una sesión fotográfica para un proyecto encargado por la revista The New Yorker, el cual se titulaba «On democracy», y se enfocaba en el proceso electoral del 2004 en los Estados Unidos; se trataba de retratos de candidatos, delegados de las convenciones nacionales, entre otros involucrados en el tema. Murió en la misma ciudad el 1 de octubre de ese año a consecuencia de las complicaciones médicas.
En el año 1991 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad
I don't really remember the day when I stood behind my camera with Henry Kissinger on the other side. I am sure he doesn't remember it either. But this photograph is here now to prove that no amount of kindness on my part could make this photograph mean exactly what he.. or even I.. wanted it to mean. It's a reminder of the wonder and terror that is a photograph.
A photographic portrait is a picture of someone who knows he's being photographed, and what he does with this knowledge is as much a part of the photograph as what he's wearing or how he looks. He's implicated in what's happening, and he has a certain real power over the result.
Avedon nació en la ciudad de Nueva York en una familia judía. Era el único hijo de Jacob Israel Avedon, un inmigrante nacido en Rusia que tenía una tienda de ropa en Quinta Avenida,2 Su madre era Anna, que pertenecía a una familia propietaria de una empresa de manufactura textil. Él acudió al colegio DeWitt Clinton en el Bronx, donde calaboró en el periódico escolar The Magpie con el escritor James Baldwin desde 1937 a 1940.3 Después de asistir durante un tiempo en la Universidad de Columbia, comenzó su carrera como fotógrafo, trabajando para la Marina Mercante en 1942, tomando fotografías de identificación de los miembros de las tripulaciones. Estas fotografías las realizó con una cámara Rolleiflex que le había dado su padre como regalo de despedida. De 1944 a 1950, estudió con Alexey Brodovitch en su laboratorio en la New School for Social Research.
Connotado fotógrafo de modas y gran retratista, comenzó su carrera profesional en los años 1950 realizando espléndidos trabajos de moda para la revista Harper's Bazaar, donde acabó convirtiéndose en Jefe de Fotografía. Posteriormente, habría de colaborar igualmente con otras revistas como Vogue, Life y Look. Sin duda alguna, fue el gran fotógrafo de la moda durante los años 1960 y 70. En sus trabajos consiguió elevar la fotografía de moda al rango de lo artístico, al conseguir acabar con el mito de que los modelos debían proyectar indiferencia o sumisión. Por el contrario, en sus fotografías los modelos eran personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos y bajo esquemas compositivos previamente decididos.
En los años 1960, Avedon se reveló como un artista comprometido con las inquietudes sociales de su tiempo. Durante el año de 1963 fotografió el Movimiento por los Derechos Civiles en el sur de los Estados Unidos, colaborando en los siguientes años con James Baldwin en el libro Nothing personal. A finales de los 1960 y principios de los 1970, Avedon realizó reportajes sobre líderes militares y víctimas en la Guerra de Vietnam y manifestaciones anti-guerra en los Estados Unidos para el diario New York Times. En la Navidad de 1989-1990 viajó a Alemania para documentar una ciudad dividida en dos mundos diferentes la noche en que caía el Muro de Berlín.
Sus retratos, aparentemente sencillos pero profundamente psicológicos, de personalidades famosas y desconocidas posando frente a un inmaculado fondo blanco, muestran a un cuidadoso fotógrafo capaz de plasmar en papel fotográfico rasgos inesperados de los rostros de personajes de la envergadura de Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe, entre muchos otros. Su método era sencillo pero efectivo, la derrota anímica del contrario fotografiado a través de largas y cansadas sesiones de hasta cuatro horas. Así desnudo, el retratado e indefenso era capaz de mostrar su personalidad más sincera.
En el año 1979 comenzó el que habría de convertirse en uno de sus trabajos más importantes. Por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth, Texas, Avedon dedicó cinco años a recorrer el oeste de los Estados Unidos para documentar a las personas que nunca escribirían la historia de su país. En esta obra, titulada In the american west, nos presenta a granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, amas de casa, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas, etc. en fotografías de gran formato tomadas con luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco. Nada hay en ellos del sueño americano o de la tierra prometida, pero son retratos de individuos que han sido observados y artísticamente elevados por la cámara de Avedon mediante una composición sobria, logrando así una considerable fuerza expresiva.
Al término del proyecto, Avedon había recorrido un total de 189 poblaciones en 17 estados; había fotografiado a 752 personas utilizando alrededor de 17.000 placas de película. De ésta colección, escogió 123 retratos que conformarían la serie In the american west 1979 – 1984.
Además del gran formato utilizado para sus fotografías de moda o retratos, desarrolló una obra en paralelo, utilizando el paso universal, que refleja sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.
Algo muy profundo subyace a lo largo de toda la obra de Avedon y, sin embargo, no siempre se ha acertado a concretar en los trabajos realizados en torno a su figura. Es una preocupación sincera, pero a veces elegantemente obsesiva. El tiempo, la vejez y sus tensiones, resulta ser el motivo fundamental en la obra de Avedon. Vemos en su arte cómo nos habla directamente del paso del tiempo y su influencia en el ser humano, y, cómo no, del camino hacia la muerte. Son esos retratos descontextualizados que aparecen ante la cámara sin maquillaje, fatigados o tristes, tal y como se encontraban en ese momento, los que claramente denotan esta inquietud. El final de su libro Portraits (1976), por ejemplo, culmina de forma tremenda pero magistralmente tratada con una serie de siete fotografías de su padre envejeciendo gradualmente hasta que parece haberse integrado en la luz que le rodea.
El 25 de septiembre de 2004 Avedon sufrió una hemorragia cerebral en San Antonio, Texas, mientras se encontraba en una sesión fotográfica para un proyecto encargado por la revista The New Yorker, el cual se titulaba «On democracy», y se enfocaba en el proceso electoral del 2004 en los Estados Unidos; se trataba de retratos de candidatos, delegados de las convenciones nacionales, entre otros involucrados en el tema. Murió en la misma ciudad el 1 de octubre de ese año a consecuencia de las complicaciones médicas.
En el año 1991 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad
__________
I don't really remember the day when I stood behind my camera with Henry Kissinger on the other side. I am sure he doesn't remember it either. But this photograph is here now to prove that no amount of kindness on my part could make this photograph mean exactly what he.. or even I.. wanted it to mean. It's a reminder of the wonder and terror that is a photograph.
A photographic portrait is a picture of someone who knows he's being photographed, and what he does with this knowledge is as much a part of the photograph as what he's wearing or how he looks. He's implicated in what's happening, and he has a certain real power over the result.
Lauren Hutton 1968
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