«No se oye sino el silencio que hay en todas las soledades»
Estamos ante un caso poco común: el de un gran escritor que tomó también una importante cantidad de fotografías notables. Aún no podemos saber si las fotografías de Juan Rulfo (1917-1986) pasarán a formar parte de la historia de la fotografía mexicana del mismo modo que sus cuentos y novela son parte ya de la literatura que México ha dado al mundo, pero quizá la selección de imágenes en este libro —en una colección que lo coloca al lado de artistas, fotógrafos y arquitectos mexicanos— pueda ofrecernos una respuesta. Las fotografías de Rulfo son un conjunto de obra mucho más extenso que su literatura que, como es bien sabido, descansa en los dos libros publicados durante su vida: la novela Pedro Páramo y el volumen de cuentos El Llano en llamas. Existen alrededor de 7 000 negativos, aunque el número de temas sin duda es más reducido, ya que muchas secuencias fotográficas corresponden a un mismo momento. A modo de comparación, Robert Frank tomó cerca de 28 000 fotografías entre 1955 y1958, mientras preparaba su libro The Americans, aunque quizás el caso de Frank sea un ejemplo extremo. Guillermo Kahlo (1870-1941), de quien se conservan unas 4 500 fotografías, es considerado un autor prolífico dada la precariedad de su equipo y la enorme inversión de tiempo que requería entonces la fotografía (placas, en lugar de los modernos rollos de película). Rulfo tenía una cámara más moderna. Adquirió su primera Rolleiflex a finales de los años treinta y utilizó ese tipo de cámara durante unos veinticinco años. Puede haber existido un mayor número de negativos, pero ya el número mencionado constituye una obra formidable.
Guillermo Kahlo, quien se especializara en fotografía arquitectónica, es un caso comparable y un antecedente interesante para Rulfo. Aproximadamente la mitad de las fotografías de Rulfo son también de edificaciones. Kahlo hacia 1904, Hugo Brehme a principios de los años veinte y Rulfo probablemente en los cincuenta, tomaron fotografías similares de la pirámide de Cholula desde la cubierta de la Capilla Real, entre múltiples cúpulas. El predominio de temas arquitectónicos en las fotografías de Juan Rulfo sugiere un propósito o un proyecto. Su conocimiento de las construcciones y su historia era considerable, por lo que sus fotografías arquitectónicas no son neutrales, a diferencia de las de Kahlo, que manifiestan un espíritu formal clásico. Por el contrario, la visión de Rulfo sobre los edificios es expresiva: sentía una atracción por las continuidades y los efectos del tiempo y el deterioro.
Víctor Jiménez, Juan Rulfo, letras e imágenes, México, Editorial RM, 2002,
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La cámara fotográfica del escritor mexicano Juan Rulfo, la cual formó parte de la muestra Una Exposición Fotográfica Recuperada que reconstruyó el profesor de literatura estadounidense Lon Pearson en México, con imágenes tomadas por Rulfo y que se considera la primera exposición de fotos que montó el escritor en su natal Guadalajara, informaron los organizadores de esta nueva exhibición que se presentó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Ciudad de México.
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