sábado, 8 de julio de 2017

Graciela Iturbide (1942)





«Busco descubrir mi propia nostalgia en los seres humanos...»

Al anunciar la apertura de la exposición Retrospectiva 1969-2008, la Fundación Mapfre dio a conocer hoy haber adquirido las 180 imágenes que integran esta muestra.

Graciela Iturbide (16 de mayo de 1942, Ciudad de México, México) es una prestigiosa fotógrafa mexicana que obtuvo el importante Premio Hasselblad de fotografía durante el año 2008.

En 1969 curso estudios en la Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, y posteriormente fue asistente del fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. Al poco tiempo de esto se produjo la repentina muerte de su hija de seis años y su vida cambió radicalmente. Graciela convirtió definitivamente la fotografía en su profesión, haciendo un trabajo sobre el general golpista Omar Torrijos en Panamá.

Posteriormente el pintor Francisco Toledo la invitó a Juchitán, Oaxaca, México, donde realizó su primera exposición individual.

Es autora de varios libros, entre los que destacan Los que viven en la arena (1981) y Juchitán de las mujeres (1989). Las exposiciones de su obra han cruzado el Atlántico, en salas como el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid o en festivales internacionales, como el celebrado en Arlés en 1979.

Entre 1980 y 2000, Iturbide fue invitada a trabajar en Cuba, Alemania Oriental, India, Madagascar, Hungría, París y los Estados Unidos, produciendo un importante número de trabajos.

Ha expuesto individualmente en el Centre Pompidou (1982), el San Francisco Museum of Modern Art (1990), el Philadelphia Museum of Art (1997), el Paul Getty Museum (2007), la Fundación MAPFRE, Madrid (2009), el Photography Museum Winterthur (2009) y la Barbican Art Gallery (2012), entre otros. Iturbide ha recibido el premio de la W. Eugene Smith Memorial Foundation, 1987; el Grand Prize Mois de la Photo, Paris, 1988; la Guggenheim Fellowship por el proyecto Fiesta y Muerte, 1988; el Hugo Erfurth Award, Leverkusen, Alemania, 1989; el International Grand Prize, Hokkaido, Japón, 1990; el premio Rencontres Internationales de la Photographie, Arles, 1991; el premio Hasselblad, 2008; el Premio Nacional de Ciencias y Artes, Ciudad de México, 2008; el Doctor honoris causa en Fotografía por el Columbia College Chicago en 2008; y el Doctor honoris causa en Artes por el San Francisco Art Institute en 2009. Continúa viviendo y trabajando en la Ciudad de México. Actualmente prepara una exposición de su obra reciente en el Museo Amparo en Puebla, la cual se llevará a cabo en febrero de 2013.

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 Entre los muchos aprendizajes de Manuel Álvarez Bravo que Iturbide hizo suyos, recuerda que pasaba las horas contemplando con él: «Cómo hay que tener el tiempo necesario para uno». Sobre la pared más visible de su laboratorio, Álvarez Bravo tenía colgado un letrero que decía «Hay tiempo, hay tiempo». Iturbide recuerda cómo éste salía y ponía su cámara en espera de que llegara el momento, de que aconteciera ese algo que ameritara un clic. «Él tomaba una o dos tomas de esos momentos. Por ejemplo, de Obrero en huelga asesinado hay dos tomas, nada más. Hay personas que le entienden a la vida como es —recuerda con una irónica sonrisa Iturbide—, en ese sentido Álvarez Bravo me hizo muchísimo daño.» Ese mismo «daño», ha persistido en la siguiente generación. El arquitecto mexicano Mauricio Rocha, hijo de Graciela, asegura que esta «capacidad de contemplación, de promover un espacio no negociable para la reflexión y el pensamiento»es uno de los máximos aprendizajes que le ha dejado su madre.

Tomado del articulo de Diego Rebasa para Gatopardo

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Mujer Ángel, Desierto de Sonora México. 1979.


Duelo / Mourning 
Chiapas, 1975

Tom Green: «Wall Ladder»




Wall Ladder San Francisco, CA 2012

viernes, 7 de julio de 2017

P. A. J. Dagnan: «Une Noche Chez un Photographe»


Une Noche Chez un Photographe 1878-79 
Photogravure

Dave Bowman / Old Crane



Old Crane Amsterdam, Netherlands 2011


Me parece muy valioso que se mantenga el uso de Blanco y Negro, lo que me preocupas es que generalmente no encontramos información técnica de las imágenes.

jueves, 6 de julio de 2017

miércoles, 5 de julio de 2017

Julio Cortázar sobre la fotografía.



«La novela y el cuento se dejan comparar analógicamente con el cine y la fotografía, en la medida en que una película es en principio un “orden abierto”, novelesco, mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida limitación previa, impuesta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa limitación. No sé si ustedes han oído hablar de su arte a un fotógrafo profesional; a mí siempre me ha sorprendido el que se exprese tal como podría hacerlo un cuentista en muchos aspectos. Fotógrafos de la calidad de un Cartier-Bresson o de un Brasai definen su arte como una aparente paradoja: la de recortar un fragmento de la realidad, fijándole determinados límites, pero de manera tal que ese recorte actúe como una explosión que abre de par en par una realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que trasciende espiritualmente el campo abarcado por la cámara.

Mientras en el cine, como en la novela, la captación de esa realidad más amplia y multiforme se logra mediante el desarrollo de elementos parciales, acumulativos, que no excluyen, por supuesto, una síntesis que dé el “clímax” de la obra, en una fotografía o en un cuento de gran calidad se procede inversamente, es decir que el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sean significativos, que no solamente valgan por sí mismos, sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucha más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o en el cuento. Un escritor argentino, muy amigo del boxeo, me decía que en ese combate que se entabla entre un texto apasionante y su lector, la novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out.»

Terry Cryer: «Sonny Stitt and Count Basie (actually Coleman Hawkins)»


Terry Cryer Sonny Stitt and Count Basie (actually Coleman Hawkins) 1956