sábado, 28 de noviembre de 2020

Edward Weston: «Church, Motherlode (Church Door, Hornitos), 1940»


 

Church, Motherlode (Church Door, Hornitos), 1940 
Vintage gelatin silver print





Helmut Newton (1920-2004)

Helmut Neustädter— (31 de octubre de 1920 - 23 de enero de 2004) fue un fotógrafo australiano de origen alemán que se considera uno de los más importantes del siglo XX.1

Crea un nuevo estilo propio en sus fotografías, las que están repletas de glamour y seducción, donde predominan los desnudos femeninos y los tacones de aguja.

De origen judío, nació en Berlín, en el año 1920. Compró su primera cámara en 1932 con sus ahorros, a la edad de 12 años: era una Agfa Tengor Box. La cámara venía con carrete. Sus primeras fotos fueron en el metro, y todas las fotos se velaron, a excepción de una. En 1938, justo cuando comenzó la persecución contra los judíos, abandonó Alemania hacia Singapur con dos cámaras, una Kodak y una Rolleicord. A su llegada a Singapur, la comisión encargada de recibir a los refugiados le consiguió un trabajo como fotógrafo en uno de los diarios2 más importantes de Singapur, el Straits Times. Es ahí donde comenzó su carrera fotográfica. Su trabajo consistía en hacer fotos para la sección de sociedad; el estilo de las fotografías de Helmut Newton no gustaban en el periódico, y fue despedido al poco tiempo.

Helmut Newton no gozaba del apoyo de su padre. Si no hubiera tenido que huir a Singapur, su padre habría insistido en que él trabajase en su fábrica de botones.

De Singapur fue deportado a Australia. Y al ser alemán, estuvo un período en un campo de internamiento. Posteriormente fue alistado por el ejército australiano hasta el final de la II Guerra Mundial. Después de abandonar el ejército, cambio su apellido Neustädter por Newton.

Después de la guerra, puso su propio estudio de fotografía en Melbourne y continuó ese punto. Es por esa época cuando conoció a la que más tarde sería su mujer, June Browne. Más tarde, para completar su formación en el campo de la moda, marchó a Londres por dos años. Dejando atrás su etapa en Londres, viajó a París para trabajar en revistas especializadas en moda como Vogue o Elle. Tras tanto viajar, es en París donde fijó su residencia habitual. Allí, su carrera como fotógrafo de moda empieza a tener reconocimiento mundial, convirtiéndose en uno de los de más éxito. Los últimos años de Newton discurrieron entre las ciudades de Nueva York y Montecarlo.

El trabajo de Newton tiene un estilo propio que hace reconocer su obra por donde se la observe. Fotos llenas de glamour, seducción y elegancia han sido portada de las más prestigiosas revistas. Son famosas las fotos de bellas mujeres en ambientes lujosos donde algunas de ellas se han convertido en una imagen icónica del siglo XX. Newton fue un enamorado de la belleza, la que casi obsesivamente lograba captar como nadie con su cámara.

Para conocer parte de sus obras —objetos personales tales como cámaras, bolsas de material y artículos usados para fotografiar—, se puede visitar la Fundación Helmut Newton, Museum für Fotografie, Jebensstrasse, Berlín.

El 23 de enero de 2004, Helmut Newton muere en un accidente de tráfico en Los Ángeles. Además de su enorme legado fotográfico, nos ha dejado su autobiografía, que se ha publicado recientemente en castellano (Helmut Newton, autobiografía, ISBN 84-933036-3-1).

Del 24 de marzo de 2012 al 17 de junio de 2012, el Grand Palais de París acogió la primera retrospectiva de Helmut Newton. Se expusieron 200 fotografías seleccionadas por su mujer, June Newton. Además de las fotografías, se proyectó un fragmento de un documental grabado por June; en él, June contesta, como sigue, a la pregunta de si alguna vez se ha sentido celosa por el trabajo de su marido:«Solo me preocupé una vez, cuando empezó a fotografiar flores; en concreto, flores muertas.» Jude Newton

En este mismo video, Helmut Newton explica lo que es para él una buena fotografía de moda:«Una buena fotografía de moda debe parecer cualquier cosa menos una fotografía de moda: un retrato, una foto recuerdo, una de paparazzi...»


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Helmut Newton: El romántico perverso que cambió para siempre la fotografía de moda.

El documental The Bad and the Beautiful realiza un recorrido por la intersección entre arte y moda, filtrada siempre por el objetivo de una figura tan controvertida como admirada.

La gran maldición que acompañó al artista germano-austríaco Helmut Newton durante los últimos años de su vida fue comprobar cómo su nombre se volvía sinónimo de un estilo, el porno chic, que realmente no le interesaba. O, al menos, no le llenaba tanto como otras vertientes de su obra: los paisajes nocturnos, por ejemplo, o las fotografías de amantes pillados in fraganti por su siempre preciso objetivo. En lugar de eso, y tal como los primeros minutos del documental Helmut Newton: The Bad and the Beautiful se encargan de subrayar, su legado para el mundo de la moda consiste en una serie de figuras femeninas imponentes-pero-sumisas, casi siempre ataviadas con tacones de aguja (y poco más), posando lágidamente en mitad de alguna fantasía fetichista en impactante blanco y negro. Es un universo extremo de perversiones, pero también una celebración del placer. O, al menos, de lo que la mirada impelablemente masculina de un esteta sin ataduras entendía por placer.


Gero von Boehm, director del documental, entiende que su objeto de estudio es una figura increíblemente polémica, por lo que se niega a tomar partido por ninguno de los dos bandos en los que parece polarizarse hoy en legado de Newton: por un lado, quienes piensan que la expresión artística no debe entender de cortafuegos morales o ataduras políticamente correctas; por otro, quienes sostienen que lo que intentaba hacer pasar por una experiencia sensorial elevada no era sino pornografía y misoginia encubiertas. El propio autor se definió en varias ocasiones como feminista, algo que la mismísima Susan Sontag se encargó de tirarle a la cara durante una aparición en la televisión francesa (recuperada por Von Boehm para The Bad and the Beautiful). La ambivalencia de series tan célebres como la que le dedicó a David Lynch e Isabella Rossellini en 1988 resulta muy interesante: Newton bebe de su Terciopelo azul (1986) para capturarlos en una pose de evidente dominación masculina con ecos a la propia película, pero al mismo tiempo se asegura de capturar una suerte de confianza mutua, incluso una corriente de extraño cariño entre dos personas que, recordemos, eran pareja por aquel entonces. Como el cine de Lynch, la fotografía de Newton nos confronta con ciertas pulsiones inconfesables del alma humana, razón por la que la obra de ambos se ha expuesto de manera conjunta en varias ocasiones.

Tal como vemos en el documental, las controvertidas políticas sexuales de Helmut Newton empezaron a desarrollarse a mediados de los años setenta, fruto tanto de una investigación independiente como de una respuesta concreta a las demandas de la industria de la moda. El porno chic no surgió de la noche a la mañana, sino que su principal apóstol solo tuvo que sintonizar sus antenas creativas en una emisora que muchas de las principales revistas y diseñadores estaban construyendo por su cuenta. La colección Dressed and Naked (1981) marcó su transición decisiva hacia el desnudo entendido como una de las bellas artes, disciplina que realmente no abandonó hasta el final de su vida. Desde su base de operaciones (la ciudad de Los Angeles, especialmente el Chateau Marmont), Newton se puso como meta vital fotografiar una suerte de evangelio de la seducción que no escondiese en ningún momento sus parafilias personales, por muy agresivas que pudieran parecer a simple vista. Nadie como él para provocar al establishment, pues nadie antes que él se atrevió a incorporar miembros prostéticos, sillas de montar, mordazas o bolsas de plástico sobre unos labios luchando por respirar a sus sesiones. Como Edgar Allan Poe o Dario Argento, Newton creía en el erotismo de la belleza femenina muerta. Sus modelos podrían parecer maniquíes sin vida, pero también cadáveres aún calientes en una escena del crimen sacada de una vieja peli noir. Eros y Tánatos, la misma historia de siempre. Solo que nunca lució tan bien en una sala de exposiciones o un editorial de Vogue.

The Bad and the Beautiful incluye testimonios a cámara de algunas de sus principales colaboradoras a ambos lados del photoshoot: Charlotte Rampling, Grace Jones, Claudia Schiffer, Marianne Faithfull o Anna Wintour explican las contradicciones de alguien que, en imágenes de archivo, asegura haber elaborado un corpus creativo en el que las mujeres siempre ostentan posiciones de poder y los hombres, si acaso aparecen, son meros accesorios. Puedes aceptar esa versión de los hechos, pero también puedes escuchar a Rossellini teorizando sobre cómo el arte de Newton refleja la forma en que muchos hombres heterosexuales se sienten con respecto al eterno femenino. Fascinación subyugante, sí, pero también una oscura necesidad de poseer y controlar aquello que nos es ajeno. En un artículo para The Guardian, Lindsay Baker lo definió como una suerte de romanticismo perverso. En realidad, sus fotos no desnudaban únicamente a las modelos, sino también a la propia psique del autor.

Una nota de Noel Ceballos para GQ españa






David Lynch & Isabella Rossellini by Helmut Newton



Tom Ford 1999




Ornella Mutti


Sigourney Weaver on the Warner Bros. Lot, Burbank, 1983

Helmut Newton

Mónica Bellucci


André Villers «Picasso with a Clay Sculpture»


 

André Villers 
Picasso with a Clay Sculpture

Picasso siempre se admitió como modelo  

jueves, 19 de julio de 2018

Jingpeng Liu: «Expedición al infinito»


Jingpeng Liu, desde el Parque Nacional Badlands, Estados Unidos.
Expedición al infinito: El fotógrafo capturó el esplendor de nuestra galaxia en el Parque Nacional Badlands, en Dakota del Sur, y es una vista panorámica de un compuesto de 6 disparos, tres para el cielo y tres para el primer plano, todos los cuales fueron tomados sucesivamente utilizando la misma marcha y equipo equivalente. ajustes de exposición, desde la misma ubicación, dentro de un corto período. Los archivos brutos se procesaron inicialmente en Lightroom solo para la corrección de lentes, seguidos por la fusión a panorama en Photoshop. El retoque final se aplicó en Lightroom, incluida la corrección de WB, el tono básico y los ajustes locales.



Peter Ward: «Brilla la Tierra»


Peter Ward (Australia) desde Jackson Hole, Estados Unidos. Brilla la Tierra: Durante un eclipse solar, el brillo de la corona solar oculta los detalles de la luna. Al superponer 9 exposiciones de 2 segundos a 1 / 2000th de segundo (1 th: un trillón de hashes por segundo) y con una fotografía de Extreme High Dynamic Range o XHDR, la imagen muestra no solo la corona solar radiante, sino también la más nueva posible de lunas nuevas, aquí se ve iluminada por la luz solar que se refleja en el tierra.



Michael Zav'yalov: «Aurora Boreal en la costa del mar de Barents»


Michael Zav'yalov (Rusia), desde Murmansk, Rusia Aurora Boreal en la costa del mar de Barents: Desde la ciudad de Yaroslavl en Rusia hasta la costa del mar de Barents en el Círculo Polar Ártico, un grupo de tres personas recorrieron 2000 kilómetros para capturar las magníficas auroras boreales. El fotógrafo permaneció cinco días en la aldea de Teriberka, en el distrito de Oblast de Murmansk. Después de cuatro días de mal tiempo, con fuertes nevadas y espesas nubes, el cielo finalmente se despejó el último día y las Luces del Norte aparecieron en todo su esplendor.